#27: El hábito más dañino que envenena tu entorno
Silencioso. Algo que hacemos y, a veces, ni somos conscientes.
¡Gracias por estar aquí!
Siempre que me leas quiero que interiorices esto:
Lo que ofrezco en este post:
Tres faltas graves en la comunicación y cómo pueden envenenar tu entorno.
Una comunicación no efectiva, una muerte silenciosa
La comunicación es un arma de doble filo. Bendice y maldice. Empodera y tortura. Construye y destruye.
Es un pilar fundamental para mantener relaciones saludables y equilibradas en todos los aspectos de nuestra vida: con nuestra pareja, en el trabajo y con nuestros amigos, etc.
Sin embargo, ese pilar, si mal construido, puede destruir nuestro entorno.
Cuando hablo de una mala construcción de este pilar, hablo de tres factores principalmente que hacen que ese pilar no sostenga el peso de nuestra vida, sino que lo hunda.
No aceptar
No interiorizar
No actuar
No aceptar la comunicación: El síndrome del mensajero persa
Eran “graciosos” los persas.
Cuando llegaba un mensajero y traía malas noticias. Lo mataban. Era como si esa persona fuera la responsable de la mala información. Se deshacían de él, creyendo que la información entonces se desvanecía.
Fue uno de los motivos de su declive. No aceptaban la información. Rechazan todo lo que no les gustase y se deshacían de las personas que trajeran ese tipo de información negativa.
¿Te suena?
En nuestro entorno personal y profesional, este hábito se manifiesta cuando rechazamos o castigamos a aquellos que nos traen malas noticias o alguna crítica.
¿Cuántas veces hemos tenido un jefe que no quiere escuchar problemas o una pareja que evita las conversaciones difíciles?
¿Y cuántas veces somos nosotros mismos quienes no queremos?
La información es poder. La decisión de rechazar información negativa y las personas que la traen es un hábito peligroso.
Si solo escuchamos opiniones que coinciden con las nuestras, nunca seremos más de lo que ya somos.
No solo limita nuestra capacidad para crecer, sino que también devalúa tu entorno, nos encierra en un castillo, nos aumenta el ego, nos oscurece en una realidad ficticia donde nosotros siempre sabemos más.
Abrir las puertas y recibir a mensajeros persas con malas noticias es una cosa que puedes cambiar para mejorar tu balance.
No interiorizar la comunicación: La parábola de la taza llena
Un profesor visitó a un gran maestro para aprender sobre de él.
El gran maestro intentó enseñar al profesor, pero este lo interrumpía constantemente. Compartía sus propias ideas y conocimientos, indicaba pequeñas correcciones “desde su experiencia”, señalaba mejoras “desde su experiencia”, etc.
El gran maestro sugirió tomar un té. Llenó la taza del profesor y continuó vertiendo hasta que el té se derramó.
"¡Pero, qué haces!" gritó el profesor, "¿No ves que la taza ya está llena?"
"Precisamente," respondió el gran maestro, "Tú eres como esta taza, tan lleno de ideas que no cabe nada más. Vuelve a mí con una taza más vacía."
Para comunicarnos eficazmente, debemos vaciar nuestra "taza" de prejuicios y estar abiertos a nuevas ideas y perspectivas.
Da igual que ya lo hayamos vivido. Da igual que nos lo hayan demostrado una y otra vez. Da igual que creamos que tenemos la respuesta.
Si manejamos todos esos pensamientos en una conversación, nuestra taza esta llena. Y lo que sea que venga de esa conversación, no entrará en nosotros. No lo interiorizaremos.
Si creemos que una conversación no nos hará crecer, es porque nuestra taza está demasiado llena. Toda conversación enriquece. Toda.
Parafraseando la biblia: “Seamos rápidos para escuchar, lentos para hablar y aún más lentos para enfadarnos”.
Escuchar con la intención de hablar es un hábito muy peligroso.
No actuar sobre la comunicación: La importancia de la acción
"La solución más rápida es probarlo." - Ernest Hemingway
La comunicación efectiva no termina en escuchar y entender; requiere acción. Muchas veces, recibimos información valiosa pero no actuamos sobre ella.
¿Cuántas veces tenemos exceso de información y nos bloqueamos al actuar? (Parálisis por análisis)
¿O cuántas veces no tenemos”suficiente” información y esperamos a recopilar más datos antes de actuar?
La forma más rápida de aprender es intentar y fallar.
Hay un dicho que solía decir mi padre: “Si alguien te llama cara-caballo, déjalo pasar. Si viene alguien más y te llama cara-caballo, mírate al espejo”.
Que gracioso mi padre, me pregunto si me estaba mandando indirectas ;)
Pero lo que nos viene a decir ese dicho es clave. Si recibimos información por varias fuentes de algún cambio que podemos hacer, es conveniente mirarse al espejo y actuar.
Recibir información valiosa y almacenarla sin intención de usarla, es un hábito peligroso. Aprendemos haciendo.
Reflexiona conmigo: el espejo de tu acción
1. ¿Qué tipo de feedback tiendes a rechazar y cómo puedes estar más abierto a recibirlo?
2. ¿Cómo puedes vaciar tu mente de prejuicios para escuchar verdaderamente a los demás?
3. ¿Qué pasos concretos puedes tomar hoy para actuar sobre la información y feedback que has recibido recientemente?
4. ¿Cómo puedes fomentar un entorno en el que las personas se sientan cómodas compartiendo sus opiniones y críticas contigo?
5. ¿Qué prácticas puedes implementar para asegurarte de que la comunicación sea un ciclo continuo de escuchar, interiorizar y actuar?
Reflexiona sobre estas preguntas y comienza a mejorar tu comunicación para mantener un equilibrio saludable en todos los aspectos de tu vida.
Nos encantaría aprender juntos. Comenta y comparte porque tus palabras pueden servir a otro.
Piensa en alguien adicional que puede beneficiarse de esto
Todos conocemos a alguien que no suele escuchar.
Te invito a compartirlo como indirecta-directa para hacerle reflexionar. Estarás plantando una semilla, que con buena tierra, agua y sol, germinará. Estarás creando espacio de crecimiento.
Invierte en las personas que te importan.
Gracias por invertir en ti
La comunicación es el origen de muchos problemas; no solo en nuestro entrono personal, sino también en los negocios o incluso en la política.
Guerras han iniciado por una mala comunicación, y terminado después de una larga conversación.
Así que sí, aprender a comunicarse es elemental para nuestro desarrollo como personas.
El más difícil para mí es soltar los prejuicios, tener la mente de principiante de las enseñanzas budistas que está abierta a todo, sobre todo si son cosas que retan lo que creo saber o cuestiones que me importan emocionalmente. Pero no se trata de aceptar todo tal cual venga y darlo por valido, sino de suspender el juicio mientras escuchamos para poder recibirlo íntegramente. El procesamiento y ajuste vendrá después. Esa es la teoría al menos! 😅