#24: La película Origen, ¿basada en hechos reales?
A Hollywood le encanta la ciencia ficción, pero hay veces, que por muy irreal que parezca la película, está basada en hechos reales.
¡Gracias por estar aquí!
Siempre que me leas quiero que interiorices esto:
Lo que ofrezco en este post:
Lo que nos enseña la película Origen (Inception) de la vida real.
Un desafío importante que nos ayudará a ser dueño de nuestras palabras.
Un breve resumen de la película Origen
No voy a hacer spoiler ;)
La película cuenta la historia de Dom Cobb (Leonardo DiCaprio), un ladrón experto en “extraer” información entrando en los sueños de las personas. Mediante un potente sedante, él y sus compañeros, se “conectan” en los sueños de las personas para robar secretos escondidos en lo más profundo del subconsciente.
Sin embargo, se presenta un caso ligeramente diferente y más complicado.
Cobb necesita realizar una "inserción”. Necesita implantar una idea en la mente de una persona y a cambio, le permitirán volver a ver a sus hijos.
La película explora temas complejos como la percepción de la realidad y la naturaleza del subconsciente.
¿Está basada en hechos reales?
Yo diría que sí.
Cada uno tenemos el poder de “insertar” ideas en las mentes de otras personas. Aunque no necesitamos “conectarnos” a sus sueños. Basta con tener una conversación, decir unas pocas palabras o poner simplemente un determinado gesto.
Esas ideas luego se desarrollan en la mente de la otra persona y poco podemos hacer para corregir su curso. Por eso es importante ser consciente de las palabras que usamos, pues cada una planta una idea en la cabeza de la otra persona.
Sigamos.
La semilla de las palabras que decimos
Si nos ponemos técnicos y hablamos de estudios neurológicos, un pensamiento puede durar hasta 2 horas dentro del cerebro de una persona.
Es como si se quedase resonando. Haciendo eco. Susurrando cosas a otros pensamientos. Influyendo desde lo invisible.
Imagina cuántos pensamientos se van generando a lo largo del día. Cuántos pensamientos nacen tras tener una conversación con alguien. Incluso al escuchar una simple palabra o ver un determinado gesto.
Nos puede perseguir el resto del día.
Las palabras con mi hija, el ejemplo más claro
Los que tenéis hijos (o estáis cerca de niños pequeños) sabéis de lo que voy a hablar ahora.
Parece que quieren morir cada minuto.
En ese periodo de descubrimiento, exploración, atrevimiento, desconocimiento, son bombas de relojería.
Tienen una inmensa capacidad física (saben escalar, saben saltar, saben correr, etc.) y, en comparación, una ridícula consciencia (no saben lo que puede pasar si se caen, que el mueble se vuelca, que el enchufe electrocuta, etc.)
Y como padres, vamos detrás. En un baile de permiso y prohibición. En la bipolaridad de relajación con ataques al corazón.
¡No te subas ahí, te vas a caer!
¡Deja eso, te vas a cortar!
¡Cuidado!
¡Me estás poniendo nerviosa!
¿Os suena?
¿Y cómo se relaciona esto con Origen?
La relación es sencilla, pero para eso voy a poner un pequeño ejemplo muy ilustrativo que leí una vez.
En las competiciones de tiro con arco hay dos tipos de feedback. El útil y el inútil. El inútil es cuando le dices al arquero cosas como: has fallado, no has dado a la diana, apunta mejor, etc. El útil es cuando le dices cosas como: la diana está 2cm más arriba de donde ha dado tu flecha, presta atención a cómo estás respirando, etc.
¿Ves por dónde van los tiros?
Cualquiera que sea el feedback recibido, se planta, como en la película, en nuestro cerebro y se va desarrollando. Dependiendo de la palabra (o las palabras) y de la persona, crecerá en una dirección o en otra.
He fallado, no he dado a la diana, tengo que apuntar mejor. No sé, puede que no sea tan bueno. Estoy continuamente fallando y no se qué pasa. Mejor dejarlo.
La diana está 2cm más arriba de donde ha ido mi flecha. Eso quiere decir que tengo que apuntar un poco más arriba. Tengo que prestar atención a mi respiración. Me noto agitado. Voy a respirar profundo. Allá voy.
Obviamente son “casos extremos”. Pero el punto que quiero transmitir es que el feedback inútil, es inútil, porque no da instrucciones de cómo mejorar. Solo nos señala lo que estamos haciendo “mal” y nos deja a la deriva. Para que ese pensamiento se desarrolle “a su manera”.
Mientras que el feedback útil se centra en traer la atención de la persona a ciertos aspectos a considerar. Es informativo y no juzga. La persona sabe cómo utilizarlo “sin dudas” y puede aprender de él.
La diferencia que marca la diferencia
Volvamos al ejemplo de mi hija. Tomo esto porque creo que es lo más representativo y lo que puede marcar una diferencia generacional.
Insertando el pensamiento incorrecto
Cuando le digo a mi hija feedback inútil, estoy contribuyendo a su desarrollo de forma incorrecta. Por ejemplo:
¡No te subas ahí, te vas a caer!
¡Deja eso, te vas a cortar!
¡Cuidado!
¡Me estás poniendo nervioso!
¿Cómo está ayudando eso a mi hija?
Le está diciendo que se va a caer, alimentando su inseguridad y desconfianza en sus habilidades. Le está diciendo que se va a cortar, pero ni cómo ni cuándo ni porqué. Le está diciendo que tenga cuidado, pero no con qué. Le está diciendo que algo de su identidad produce que su padre se ponga nervioso.
Feedback inútil. Con juicio y sin información relevante. Pensamiento insertado incorrecto.
Si lo repetimos constantemente, ese pensamiento se desarrollará de forma negativa en su cerebro. Perderá confianza en si misma. Perderá el interés por explorar, atreverse, aprender, etc.
Insertando el pensamiento correcto
Cuando le digo a mi hija feedback útil, estoy contribuyendo a su desarrollo de forma correcta. Por ejemplo:
¡Mira dónde tienes los pies!
¡Presta atención a lo que tienes en las manos!
¿Has visto dónde estás?
Me estoy poniendo nervioso.
¿Cómo está ayudando eso a mi hija?
Le está enfocando en los pies para ver si tiene o no el equilibrio. Le está enseñando lo que tiene en las manos para que se de cuenta de si es o no buena idea lo que está haciendo. Le está ayudando a tener presencia y ver peligros a su alrededor. Le está diciendo que su padre se pone nervioso cuando ve que hace algo en concreto.
Feedback útil. Sin juicio y con información relevante. Pensamiento insertado correcto.
Si lo repetimos constantemente, ese pensamiento se desarrollará de forma positiva en su cerebro. Aprenderá que, saber dónde están los pies, es importante para no caerse. Prestará atención a lo que está haciendo y verá si es o no buena idea. Tendrá más presencia y concentración cuando explora. Sabrá que ella no es responsable de los estados de ánimo del resto.
Por y para todos
Este principio, aunque lo haya explicado a través del ejemplo de mi hija, nos sirve por y para todos. Y como todo en la vida, es una habilidad que tiene que practicarse y desarrollarse.
Se requiere constancia y paciencia. Pero es muy importante que todos la desarrollemos.
No sabemos lo que está pasando en cada una de las vidas de las otras personas.
Una simple expresión, por “mucha razón” que tengamos, por “muy espontánea” que nos salga, puede convertirse en una idea incrustada que lleve a la destrucción de la otra persona.
Ejemplo 1: A tu hijo adolescente mientras estáis cenando y está con el móvil.
Siempre estás con el teléfono - Insertamos un pensamiento incorrecto generalista y que suena a acusación.
¿Estás mirando algo urgente o puede esperar a después de cenar? - Insertamos una reflexión correcta.
Ejemplo 2: A tu marido cuando llega el fin de semana y quiere sentarse en el sofá a ver películas.
Nunca hacemos nada juntos. - Insertamos un pensamiento inútil. Sin propuesta, generalista y acusador.
¿Crees que ver películas todo el finde mejorará nuestra relación? - Insertamos una reflexión correcta.
Ejemplo 3: Alguien de tu equipo te entrega un informe sin la calidad esperada.
El informe está mal, revísalo. - Insertamos un pensamiento incorrecto, con poca información útil.
Si tuvieras que revisar el informa, ¿qué parte crees que se podría mejorar? - Insertamos una reflexión útil y además co-generáis mejoras.
Piensa en alguien adicional que puede beneficiarse de esto
Pocas personas son consciente del daño que pueden hacer con sus palabras. Si conoces a alguien que se está quejando continuamente te invito a que inviertas en él.
La acción más pequeña gana a la mayor de las intenciones. Podemos mejorar generaciones si aprendemos a utilizar un vocabulario más constructivo con nuestros hijos y nuestro entorno.
Invierte en las personas que te importan.
Reflexiona conmigo: el espejo de tu acción
¿Qué palabras sueles utilizar cuándo pierdes los nervios?¿Son útiles o inútiles?
¿Con quién puedes empezar a practicar para cuidar tu vocabulario y aprender a plantar ideas constructivas?
¿Cómo podrían mejorar tus relaciones si construyes en vez de destruir?
¿Qué te está impidiendo dar más información en tu feedback y menos juicio?
¿Quién te suele dar feedback inútil y cómo puedes ayudarle a mejorar?
Gracias por invertir en ti
La misma palabra lo dice "Feed-Back" -> Alimentar de vuelta.
Cuando los comentarios no alimentan, son simples opiniones.
Las palabras tienen el poder de crear ideas en la mente de los demás. Así que tenemos que tener cuidado con lo que decimos. Puede ser un arma de doble filo.